Con el correr de los años, América Latina se considera uno de los mejores mercados farmacéuticos, la cual localiza a México como su gran núcleo.
La industria farmacéutica siempre ha sido un sector muy importante en todo el mundo, pero en este 2020 y tras las agresiones que ha causado la pandemia por COVID-19. Los fabricantes atraviesan una gran presión para elevar la producción, al mismo tiempo que los distribuidores, trabajando arduamente de la mano para grandes cadenas de distribución y así poder mantenerse sobre el margen. Lo que conlleva a raíz de la pandemia, a plantear nuevos desafío en materia de adquisición de medicamentos y equipos esenciales, suscitando un debate sobre la necesidad por la que enfrentan todos los países y poder satisfacer suficientemente a cada uno de ellos con la mejor coordinación posible.
A pesar del tema tan negativo por el que atraviesan todas las industrias, sin duda alguna esta situación ha venido en un momento crucial en la evolución de los mercados farmacéuticos latinoamericanos. Aunque anteriormente dicho sector tenía tendencia a limitar los planes de expansión al país en el que tenían su sede, sin embargo se analizó y observo que cada vez más se establecían alianzas más allá del alcance de sus manos. Sin embargo, pese a que estamos en etapa temprana, EN AMERICA LATINA está creciendo un gran mercado farmacéutico regional en el cual se incluye a MÉXICO como país principal. Tenemos que tener en cuenta que un mercado regional mas fuerte ayudara a los países a satisfacer de manera eficaz las necesidades farmacéuticas a largo plazo, dando la posibilidad de gestionar mejor las futuras pandemias y crisis sanitarias.
Sin duda alguna, las compañías mexicanas cuentan con un posicionamiento es estatus bueno, y debe y puede aprovechar estas nuevas y excelentes oportunidades de expansión, ya que operan en el país de habla hispana más grande de América Latina, con 126.2 millones de habitantes. Y México es un país con clase media numerosa y creciendo, al igual que un entorno favorable para las inversiones del sector privado y de veloz crecimiento en la demanda de servicios de atención a la salud, tanto en prestaciones sanitarias como en productos farmacéuticos.
Así mismo se cuenta con la aceptación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), la entidad reguladora de la industria farmacéutica mexicana, como un organismo normativo regional representa una ventaja a medida que las compañías farmacéuticas se desarrollan en México. Es decir, que cuando COFEPRIS acredita los productos de las empresas, a estas les resulta más fácil penetrar en el mercado, incluso en los nuevos mercados, sobre todo en la vecina América Central. Un ejemplo de ello es Sanfer, que forma parte del grupo Invekra, uno de los principales grupos farmacéuticos de México con una cartera de más de 300 productos, principalmente medicamentos genéricos. Sanfer se está expandiendo hacia los mercados de Latino América y el Caribe, como República Dominicana y Perú.
La Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial e institución mundial de desarrollo centrada en el sector privado de los países en desarrollo, elogia esta tendencia. Ya que en 2019, IFC aprobó 160 millones de dólares en nuevo financiamiento para la empresa farmacéutica mexicana Siegfried Rhein, actuando como inversor principal y facilitando la movilización de fondos adicionales de otros inversionistas. Mientras que en 2018 otorgó un préstamo de 50 millones de dólares a Genomma Lab, una empresa mexicana que desarrolla y comercializa artículos de cuidado personal y productos farmacéuticos que se venden sin receta. El préstamo formó parte de un paquete de financiamiento de 100 millones de dólares para ayudar a Genomma a construir su primera fábrica en México.
Otro ejemplo de crecimiento y consolidación del sector es la empresa matriz de Siegfried Rhein, Roemmers, compañía farmacéutica con sede en Argentina. Roemmers aumenta su huella en el vecino Brasil —el mayor mercado de la región, con 210 millones de habitantes— a través de su filial Farmoquímica (FQM), un fabricante con una cartera de más de 50 medicamentos recetados de marca. En 2018, IFC proporcionó a FQM un préstamo de US31 millones de dólares para la adquisición de Divcom (en portugués), una empresa del noreste de Brasil que produce marcas de medicamentos que se venden sin prescripción.
Fuente: https://www.forbes.com.mx/mexico-epicentro-de-la-industria-farmaceutica-en-america-latina/